Achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler.
Acusaron a mi padre de agujerear los sacos y robar el grano.
Yo ni oro ni plata te puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré.
Dinero no te daré, pero buenos consejos muchos recibirás.
Ella y un hombre moreno de aquellos que las bestias curaban vinieron en conocimiento.
Ella conoció a un negro que cuidaba las bestias.
Este algunas veces venía a nuestra casa y se iba de mañana.
El negro pasaba algunas noches en casa con mi madre.
Mas yo tomaba aquella lacería que él me daba, la cual en menos de dos bocados era despachada.
Yo tomaba la miseria que me daba y me la comía de un bocado.
Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos.
Muchos ven males en los demás que no notan en sí mismos.
Por no echar la soga tras el caldero, la triste se esforzó y cumplió la sentencia.
Por no empeorar las cosas se esforzó y cumplió condena.
Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.
Sé bueno y te guíe Dios. Tienes buen amo, gánate tu vida.
Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Aprende, que el guía de un ciego ha de ser muy listo.
Si con mi sutileza y buenas mañas no me supiera remediar, muchas veces me finara de hambre.
Si no me las arreglara bien solo me moriría de hambre.
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